Seguridad de la página de inicio
miércoles, 01 mayo 2024
Log in

CÓMO LA NUTRICIÓN PUEDE AYUDAR A LUCHAR CONTRA LA PANDEMIA DE COVID-19

 

alimento medicina

 

Hace más de 2.500 años, Hipócrates dijo: "Que la comida sea tu medicina y la medicina sea tu comida ". 

 

 

 

Tanto la ingesta de nutrientes como la incidencia de la enfermedad generalmente influyen en el estado nutricional, particularmente de las naciones en desarrollo, donde todos luchan por la alimentación. La dieta inadecuada y las enfermedades infecciosas pueden provocar desnutrición severa. Actualmente, la pandemia de COVID-19 es el principal desafío en todo el mundo, por lo tanto, los científicos e investigadores están intentando crear una vacuna específica para este virus, pero hasta ahora ha sido en vano. Incluso si pudieran encontrar el método de vacunación, existe una alta posibilidad de que otras infecciones resistentes a los antimicrobianos prevalezcan en la sociedad. El estado nutricional es muy importante para mantener un sistema inmune fuerte contra el virus.

Ciertos factores como el estilo de vida, la edad, el estado de salud, el sexo y los medicamentos afectan el estado nutricional de un individuo. Durante la pandemia de COVID-19, el estado nutricional de los individuos se ha utilizado como una medida de resistencia a la desestabilización. La nutrición óptima y la ingesta de nutrientes en la dieta impactan el sistema inmunológico a través de la expresión génica, la activación celular y la modificación de las moléculas de señalización. Además, varios ingredientes dietéticos son determinantes de la composición microbiana intestinal y posteriormente dan forma a las respuestas inmunitarias en el cuerpo. Por lo tanto, la evidencia existente sugiere que la única forma sostenible de sobrevivir en la situación actual es fortalecer el sistema inmunológico. Una ingesta adecuada de zinc, hierro y vitaminas A, B 12, B6, C y E es esencial para el mantenimiento de la función inmune. En el escenario actual, COVID-19 ha impuesto un nuevo conjunto de desafíos para que el individuo mantenga una dieta saludable. El estado de autoaislamiento, encierro y distanciamiento social son medidas importantes para aplanar la curva de la enfermedad, aunque estas medidas tienen graves repercusiones en la vida de un individuo. El acto de confinarse en el hogar tiene impactos significativos en la salud, incluidos los cambios en los patrones de alimentación, los hábitos de sueño y la actividad física. Promovería comportamientos sedentarios que afectan la salud mental y física y conducen a un mayor riesgo de obesidad. El miedo y la ansiedad también pueden causar cambios en los hábitos alimenticios que conducen a patrones dietéticos poco saludables y menos deseo de comer o un menor disfrute durante la comida.

ansiedad alimenticia

Una dieta equilibrada garantizará un sistema inmune fuerte que puede ayudar a resistir cualquier asalto por el virus. En la situación actual, es necesario conocer los tipos específicos de alimentos que pueden mejorar nuestro sistema inmunológico para combatir el COVID-19. Aquí hay algunas recomendaciones nutricionales generales para soportar COVID-19:

  • Consuma al menos 2 porciones de frutas variadas diariamente.
  • Consuma al menos 3 porciones de verduras variadas frescas.
  • Consuma granos enteros (maíz, avena, trigo, arroz o pastas integrales)
  • Consuma grasas con proteína como nueces, almendras, semillas, cacahuates y pistaches.
  • Para las colaciones o snacks entre comidas, elija frutas frescas o verduras crudas en lugar de alimentos con alto contenido de azúcar, sal o grasa. 
  • No cocine en exceso las verduras, ya que conduce a la pérdida de nutrientes importantes, como vitaminas y minerales.
  • Cuando use frutas y verduras secas o enlatadas, elija variedades sin azúcar o sal añadida.
  • Limite la ingesta de sal a cinco gramos día (1 cucharadita cafetera).
  • Consuma grasas insaturadas (que se encuentran en el aguacate, el pescado, las nueces, la soya, el aceite de oliva, la canola) en lugar de las grasas saturadas (que se encuentran en la mantequilla, la carne grasa, los aceites de coco y palma, el queso, el ghee y la crema).
  • Beba 1.5 - 2 L de agua todos los días. Ayuda a transportar nutrientes en la sangre, elimina los desechos y regula la temperatura corporal.
  • Evite todos los jugos gaseosos, carbonatados, concentrados y todas las bebidas que contengan azúcar.
  • Mantenga un estilo de vida saludable de ejercicio, meditación y sueño regular. El sueño adecuado ayudará a apoyar el funcionamiento inmune.
  • Coma en casa para evitar el contacto con otras personas y trate de reducir la posibilidad de exponerse a COVID-19.

Una dieta adecuada puede ayudar a asegurar que el cuerpo esté en el estado más fuerte posible para combatir el virus.  Igualmente, se recomiendan las buenas prácticas alimentarias al seguirlas para minimizar el riesgo de contaminación, que son las siguientes:

  • evitar alimentacion cruzada
  • Lave las verduras y frutas antes de comer.
  • Lave, enjuague y desinfecte objetos y superficies cada vez antes y después de su uso.
  • Mantenga los alimentos cocidos y crudos separados, ya que evitaría que los microbios nocivos se propaguen a los alimentos cocidos.
  • Use diferentes tablas de cortar y utensilios para alimentos cocidos y crudos para evitar la contaminación cruzada.
  • Los trabajadores del servicio de alimentos deben usar guantes mientras preparan una comida.
  • Intente no consumir (exhibir ni vender) alimentos sin envolver en el mostrador de autoservicio.

Una dieta adecuada y saludable puede garantizar un sistema inmunitario robusto que pueda resistir cualquier ataque del virus. Una adecuada cantidad de nutrientes en las células se convierte en un potente preventivo nutricional. Las personas que consumen dietas bien equilibradas parecen estar más seguras, con mejores sistemas inmunológicos y una menor incidencia de enfermedades e infecciones crónicas. Se deben fomentar hábitos alimenticios saludables que ayuden a mantener la salud física y mental de las personas.

El Dr. Jorge Poo, Hepatólogo Clínico y convencido de la buena nutrición dice "comer sano en cualquier epoca del año y particularmente en tiempos del COVID puede resultar un poco caro y consumidor de tiempo, pero es una de las mejores opciones preventivas para mantener la salud en el ser humano".

Referencias:

  1. Faseeha Aman y Sadia Masood. How Nutrition can help to fight against COVID-19 Pandemic . Pak J Med Sci. 2020 May ; 36: S121–S123.
  2. Bogoch II, Watts A, Thomas-Bachli A, Huber C, Kraemer MU, Khan K. Neumonía de etiología desconocida en Wuhan, China: potencial de propagación internacional a través de viajes aéreos comerciales. J Travel Med. 2020; 272 : 1–3.
  3. Ksiazek TG, Erdman D, Goldsmith CS, Zaki SR, Peret T. Emery S, Tong S, et al., Editores. Un nuevo coronavirus asociado con el síndrome respiratorio agudo severo. N Engl J Med. 2003; 348 (20): 1953–1966.
  4. Aslam MF, Majeed S, Aslam S, Irfan JA. Vitaminas: actores clave en el aumento de la respuesta inmune, una mini revisión de Vitam. Minero. 2017; 6 : 153.
  5. Yousafzai AK, Rasheed MA, Bhutta ZA. Revisión anual de la investigación: mejora de la nutrición: un camino hacia la resiliencia. J Psiquiatría de Psiquiatría Infantil. 2013; 54 : 367–377.
  6. Gleeson M, Nieman DC, Pedersen BK. Ejercicio, nutrición y función inmune. J Sports Sci. 2004; 22 : 115-125.
  7. Macht M. Cómo las emociones afectan la alimentación: un modelo de cinco vías. Apetito. 2008; 50 : 1–11.
  8. Anton SD, Miller PM. ¿Las emociones negativas predicen el consumo de alcohol, la ingesta de grasas saturadas y la actividad física en adultos mayores? Behav Modif. 2005; 29 : 677–688.
  9. Haug A, Brand-Miller JC, Christophersen OA, McArthur J, Fayet F, Truswell S. Un “bote salvavidas” alimentario: consideraciones alimentarias y nutricionales en caso de una pandemia u otra catástrofe. Med J Aust. 2007; 187 : 674.
  10. Khayyatzadeh SS. Nutrición e infección con COVID-19. J Nutr Food Security. 2020; 5 (2): 93–96.
  11. Wypych TP, Marsland BJ, Ubags ND. El impacto de la dieta sobre la inmunidad y las enfermedades respiratorias. Ann Am Thorac Soc. 2017; 14 : 339-347.

Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas